Para los amantes de la NFL, el Futbol Americano y la Super Bowl, el partido que jugaron el pasado 7 de Febrero los Tampa Bay Bucaneers y los Kansas City Chiefs en el que los primeros se alzaron con el triunfo con un contundente 31-9 y lograron el título de la NFL pasará a la historia por ser el que hizo todavía más grande la leyenda de Tom Brady, el quarterback de los Bucaneers.
Brady, que además fue escogido MVP del encuentro, es, a sus más de 43 años (se trata del jugador más veterano que ha jugador una Super Bowl con 43 años, 6 meses y 4 días) el jugador que más títulos ha conseguido, pero además, los 7 entorchados que ha obtenido (6 con los New England Patriots y una con Tampa Bay Bucaneers) están por encima del número de triunfos logrado por un equipo, ya que Pittsburg Steelers y New England Patriots tienen situado el listón en 6 victorias y encabezan el ranking.
Todos estos datos hacen que la 55ª edición de la Super Bowl que los estadounidenses identifican con los números romanos LV haya centrado el foco informativo mundial en todo tipo de medios y pase, seguramente a la historia como una de las más destacadas o significativas.
Por lo que seguramente no acabará de permanecer en la memoria colectiva es por sus datos televisivos ya alcanzó los 96,4 millones de espectadores que no son, ni de lejos una de las cifras más altas de las últimas temporadas y quedan a mucha distancia de los 114,4 millones de espectadores que alcanzó la Super Bowl de 2015 que también disputó y ganó Tom Brady.
De hecho, la CBS, le ha tocado este año “bailar con la más fea” en términos televisivos. CBS, NBC y FOX tienen los derechos de emisión de esta gran fiesta del Futbol Americano y se van turnando año a año para ofrecerla en directo, de forma que este año ha sido la CBS la encargada de emitir y producir un encuentro que ha contado con dos importantes hándicaps a la hora de propiciar grandes audiencias televisivas.
La primera de estas dificultades, ha venido dada por la pandemia del Covid-19 ya que, en los Estados Unidos, la Super Bowl es, por encima de todas las otras competiciones y eventos deportivos un acontecimiento social y familiar que por su duración y ubicación horaria se vive en grupos de parientes y amigos que se reúnen en un hogar determinado. Pues bien, las lógicas restricciones derivadas de la pandemia, han sido el principal impedimento para que dicho tipo de celebraciones se llevasen a cabo de una forma masiva por lo que, un alto porcentaje de estadounidenses que seguían la Super Bowl sin ser aficionados a la misma pero lo hacían por compartirla con amigos y familiares, han dejado de hacerlo.
Por otro lado, está el desarrollo del propio partido que tuvo sus números televisivos más destacados en Kansas City con un 59,9% o Tampa, con un 52,3 por el lógico seguimiento de sus equipos de los aficionados y ciudadanos de ambos lugares. Pero en el resto, la cosa fue distinta ya que, el marcador al descanso (un contundente 21 - 6 para Bucaneers) propició un significativo “cambio de canal” de aquellos que, no siendo grandes aficionados al futbol americano, pretendían estar enganchados a su gran final a través de un partido igualado y emocionante que no se dio ya desde los primeros minutos.
Pero las cifras televisivas totales de espectadores, esconden un dato que es muy significativo y muestra la tendencia en el “consumo televisivo” de eventos deportivos. La Super Bowl LV llegó a los 5,7 millones de espectadores por minuto en la transmisión por streaming, un 65% más que la edición del año pasado, siendo el partido de NFL más vito mediante este sistema y el primero en registrar un total de más de 1.000 millones de minutos de streaming. Un dato que, sin duda, quedará para la historia junto a la leyenda de Brady y puede marcar una parte del camino de la relación del deporte con el medio audiovisual.